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Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com
y conductor del programa radial AUTOMANIA
de WQBA 1140 AM de
UNIVISION AMERICA.
Miembro fundador de SAMA.

Posted on Sept.19/2015 • Aired live! on AUTOMANIA Sept.19/2015.
todas las fotos son del autor

 

Las vallas con el anuncio de la inminente visita del papa Francisco a la ciudad fueron casi el saludo inmediato en el camino del aeropuerto al hotel, enclavado en pleno downtown de Filadelfia.

 

¿La fecha?: miércoles 2 de septiembre del 2015. ¿Propósito?: asistir a un tándem de lanzamientos de dos nuevos coches en la paleta de Scion, la división juvenil de Toyota que, aunque a casi 10 años de su fundación conserva su razón de ser, en los últimos tiempos se ha estado moviendo también en otras direcciones. Los vehículos son el iA y el iM, absolutamente nuevos, distintos en clase cada uno.

 

Aunque el evento contempló la exposición de ellos al unísono y una prueba de manejo para cada uno en un lanzamiento en común, en vez de reunir nuestras impresiones y detalles de ambos en un solo review, ahora nos referiremos únicamente al iA, reservando abordaje aparte al iM. Y, para marcar diferencias y territorios, puntualicemos que el iA es un sedan, mientras que le iM es un hatchback.

 

La agenda del lanzamiento no desperdició ni un minuto. Volando temprano en la mañana desde Miami, Florida, con escala en Atlanta, Georgia, ya a las 2 de la tarde nos encontrábamos en el hotel en Filadelfia, Pennsylvania, después de haber pasado por delante de la célebre "escalinata de Rocky" en el Museo de Arte de la ciudad. En el lobby fuimos recibidos con entusiasmo por los ejecutivos de Toyota y organizadores  del evento, lo que tuvo su punto más alto en el encuentro con la siempre cordial Janice Luski Greenspan. Y casi inmediatamente, con tiempo para apenas dejar el equipaje en habitación, bajamos a la sala de conferencias para recibir la información teórica de los dos modelos.

Una vez agotada la sesión de preguntas y respuestas, ya casi a las 4:30 pm, tuvimos un encuentro cercano de primer tipo con el iA, aunque se trató apenas una probadita en una breve ruta en la ciudad. En realidad, no se pudo hacer más; ya en pleno rush hour en el ocupado downtown de Phily, mi copiloto, el jovial Jeffrey Ross, periodista de automovilismo que reside en Tampa, tuvo que tejer sendas con el auto de cambios de marchas en un tráfico saturado. Pero a pesar de eso nos las agregamos para torearlo y llegar  a las cercanías del zoológico municipal, área en la que ejecutamos la primera sesión fotográfica del vehículo.

De vuelta la hospedaje, alrededor de las 6:00 pm, casi saltamos del iA a un shuttle que nos llevó a un interesante punto en la ciudad, el Reading Terminal Market, un trendy conjunto de disímiles restaurantes que a esa hora ya cierra, pero que Toyota mantuvo abierto para nosotros. Entre los ofrecimientos para el paladar, con deleite hallamos comida india y paquistaní. Fue una excelente noche.

 

All right... ¿quién es el Scion iA?

El Scion iA es un modelo absolutamente nuevo, del que en nuestro programa radial AUTOMANIA por Univision América desde Miami hicimos un avance a nuestros oyentes ha poco, y también aquí en este mismo website. Durante aquel boceto al aire cometamos que se tata de un sedan pequeño, modelo 2016. Esta es la esencia, pero lo más interesante es que el vehículo en realidad... es un Mazda.
 
No hay que alarmarse por ello: no es primera vez que Toyota —u otra compañía— hace asociaciones con otra firma automotriz —incluso hasta de las consideradas francamente rivales—, en un abrazo para llenar un vacío en su nómina. En ocasiones se trata de un intercambio (como ocurre precisamente con el Scion FR-S, que a la vez es el Subaru BR-Z); en otras, de una proyección asimétrica.

 

En este caso la operación —por el momento— es de una sola vía, al menos para el mercado norteamericano.

Antes de seguir se hace necesario citar antecedentes: En el año 2010, después de haberlo ensayado en el mercado asiático, Mazda introdujo al norteamericano el benjamín 2 que, como esta situación de fuego cruzado que abordamos arriba, sirvió de base para el Ford Fiesta.

El Mazda2 era un auto pequeño, de tres puertas. Y decimos que era, porque ya no está más en nuestro mercado. Pero la versión sedan de cuatro puertas, que se hace en la planta de Salamanca, en México, es la que ahora se desdobla en el flamante Scion iA.

¿Y por qué Toyota acude a Mazda para tener este vehículo en la panoplia de modelos de Scion? Pues, porque no disponía de plataforma para un sedan de cuatro puertas así, y resuelve esa necesidad de manera expedita, echando mano al Mazda2 de cuatro puertas. Por otra parte, la movida es mutualmente ventajosa, porque Mazda incrementa la producción de este modo.

De tal manera Scion ahora puede enfrentar la competencia de coches de esta talla y segmento como el citado Fiesta y el Chevrolet Sonic.

El observador profano no notará la mano de Mazda en lo que a styling respecta al contemplar al nuevo iA, pero el experto y el aficionado a los automóviles definitivamente sí. En cuanto a diseño exterior, esto queda claro en la parrilla y todo el frente delantero, que en algún modo denuncia al modelo ajeno. El grille trapezoidal y sobredimensionado le prodiga un aspecto inusualmente atlético, deportivo, dinámico y hasta agresivo que no esperamos de un coche de esta talla, y certifica el ADN de Mazda. Es bello, con elementos cromados y en negro piano, lo que sin duda lo convierte en el clímax de su exterior.

Acaso el resto del diseño del vehículo por fuera se divorcie de lo que el frente alardea según sus líneas se fugan hacia el baúl, pero creemos que el iA tiene consciencia de no crear una falsa y peligrosa idea de espíritu sporty, lo cual lo distanciaría de su propósitos y blancos de venta. Por tanto, los ingredentes están en su justa medida en la receta estética.

Mas este detalle del frente con mucha, mucha  hemoglobina, podría conducir a buenas ventas particularmente entre la demográfica joven masculina, a pesar de que el todo el resto del carro, en su arquitectura de sedan sin mas pretensiones, es del paladar de un conductor menos rebelde. Este es un coche que nos atrevemos a sugerir como ideal para los hijos que se nos van al College, y por eso no dudamos que cada año en torno a esa fecha, las ventas del iA se acentúen.

Una vez esbozados estos elementos que definen al núcleo del iA, hay que completar el pensamiento revelando que es un vehículo económico, con un precio de arrancada tan asequible como los medios $16 mil.

Su carrocería, aunque parece más grande, tiene 171.1 pulafas de largo, lo cual hace al iA dos más corto que el Fiesta, y una más estrecho que el Sonic.  Pero el iA ostenta una combinación de medidas ganadoras, porque su espacio entre ejes es tres pulgadas más dilatado que en el Fiesta y esto siempre es sinónimo de más espacio interior, particularmente entre las filas de asientos y en más amplitud para las piernas.

Aunque nuestras unidades de prueba eran de pre-producción, no hallamos dentro ningún detalle carente de correcto acabado. Y claro que por dentro el iA también es un Mazda.

Su diseño, comodidades y materiales en realidad excedieron nuestras expectativas en el interior. Basándonos en que se trata de un vehículo con etiqueta de baja intensidad,  equivocada e injustamente visualizamos un interior magro y empobrecido, cuando en realidad no es así. También —hemos de reconocer en pos de nuestra redención— que se nos asomó traicionero en la mente el fantasma del interior del desaparecido Mazda2, pero en el iA se trata de un habitáculo muy decoroso. No como para hacer dulces, pero hallamos materiales blandos en cabina, una rareza en autos de este nivel. Ello es especialmente perceptible en el elemento central longitudinal y divisorio de la consola, que incluye una agradable costura, que parece robado a un vehículo de más porte. Las toberas para el aire acondicionado, redondas, nos recuerdan —¿ya ven?— las del Audi A3, y el resto del cóctel de los otros plásticos no sólo se diferencian al tacto sino también en lo visual.   

 
 
 
 
 
Redondos también, y de gran tamaño (nuestra combinación predilecta) son los botones del climatizador en el centro de consola y, debajo de estos, hay un espacio inteligente que hizo un matrimonio muy bien llevado con nuestro celular Samsung Note, que no es precisamente de bolsillo como los acorazados alemanes de la Segunda Guerra Mundial.
 
La relojería principal consiste en uno central, escoltado por dos, uno a cada lado, hermosos y de fácil lectura.
 
Pero lo más importante, teniendo en cuenta la escala de precios de este coche, son dos elementos. El primero: en el puente entre los asientos, como el los modelos de otra estatura, ofrece un botón para el menú del infotainment, y uno más pequeño para el volumen de la radio.
 
El segundo: preside todo el tablero, una pantalla de 7 pulgadas que entre sus funciones tiene GPS y cámara para la marcha atrás.
 
De tan bien dotado que puede estar el iA, estos elementos parecen una ilegalidad para un vehículo económico.

El volante es pequeño, e igualmente siguiendo esta línea de elementos inesperados para un auto así, ofrece botones de control.

Como el iA viene en transmisión automática y manual, manejamos los dos y por tanto, la palanca para un sistema de marchas y para el otro es distinta.

La impresión de manejo deja la sensación de coherencia entre talla y potencia. El iA se conduce amigablemente, con una cabina bastante silenciosa (recientemente probamos el fastuoso Range Rover SV-R, de $120 mil dólares, y ya quisiera su habitáculo ser lo, plácido que en cuanto ruidos es el del iA).

Y por supuesto que no se puede hablar de sensación de conducción sin citar el motor: Es un 4 cilindros de 1.5 litros que genera 106 HP (en realidad el auto se siente más potente, especialmente en la transmisión automática). Es la cilindrada más pequeña si comparada con el 1.6 del Fiesta y el 1.8 del Sonic. La torsión es de 103 libras por pie.

 

En la prueba en la autopista y en carreteras de segundo orden en las afuera de Filadelfia, para obtener más adrenalina del iA, o bien hubimos de cambiar espasmódicamente a marchas mas bajas para regresar de inmediato con un pisotón a otra más alta en el afán de potencia y velocidad —lo cual hace muy divertido en manual al iA—, o resolvimos estos necesarios dinamismos en automática gracias al botón de Sport que altera ostensiblemente la curva de aceleración. Aunque las transmisiones manuales son siempre nuestras preferidas en este tipo de auto, en el caso del iA optaríamos por la automática.

Ambas transmisores son de 6 velocidades.

De este módulo motriz la EPA ya ha emitido su veredicto: nada menos que 42MPG en la carretera en el caso de la transmisión automática; 33 en la ciudad, y combinadas, 37. Tales números colocan al iA en la cúspide de la eficiencia entre sus contendientes en el cuadrilátero de la eficiencia.

¿Y este motor también es de Mazda? Yep...

En conversación con los ejecutivos y técnicos de Toyota en el evento, este servidor se puso incisivo. Ha de ser así, porque así se comportan los oyentes en el programa de radio. A diferencia del periodista de automovilismo que sólo se expresa en la prensa plana, quien tiene que enfrentar un publico en vivo a través de una línea telefónica al aire, no se puede esconder. De modo que... ¿es este motor del Scion iA uno de Mazda de la serie patentada de ellos conocidos como Skyactiv?

La respuesta fue sí.

La tecnología Skyactiv de motores de Mazda ha recibido premios en varios colegios de ingenieros del planeta. Físicamente se identifica por una pequeña obturación en la cabeza del pistón, pero en funciones lo que hace es que, siendo de gasolina, comprime con una dinámica típica de motor diesel, y por eso un motor dado sin esta solución es menos eficiente que otro de igual cubicaje con ella.

Llevando la conversación al punto más embarazoso posible atendiendo al sujeto, los ejecutivos de Toyota nos dijeron que la firma no piensa subrayar a bombo y platillo que el motor del iA es un Mazda Skyactiv, pero que tampoco lo ocultarán.

La mesa está servida pues: Scion sostiene todavía parte de la esencia que le caracterizó en sus tiempos de fundación cuando debutó con el estentóreo xB, al que le acompañaron más tarde los casi igualmente estrambóticos hermanos de causa, los hoy extintos xA y xD. Justamente el iA representa el reemplazo del xD.  Y con esta introducción, la división juvenil de Toyota con madera para "customizar" sus coches, como que ha redescubierto su foco. Por nuestro lado apostamos a que los años de existencia del iA en el mercado —y también del iM— rebasarán a los de los otros desaparecidos modelos de la firma.